El mundo globalizado afecta a las inversiones inmobiliarias de modo positivo, hay posibilidades de comparación como nunca antes.
Nunca más real que cuando una mariposa aletea en Europa, llueve en nueva York, el origen de la burbuja inmobiliaria, pocos recuerdan, comenzó en Estados Unidos, y no sólo porque los inversores administran datos relacionados en el espacio virtual, sin que haya políticas específicas por el espacio real, los modelos de inversión se trasmiten, quedando subvertida la relación de garantías y economías.
En los últimos años el panorama inmobiliario ha afectado en forma global, con un fuerte cambio en los modelos de inversión. La vieja Europa, es obligatoriamente un sistema bajo la lupa, con la burbuja que impacta en España y Grecia y por lo tanto en el resto de los países, ha modificado, quién sabe para siempre, el modelo de institución de modelos de inversión.
Empresas, obras, personas, precios ha mostrado un signo de mesura y lentificado la situación de inversión que hay impactado en el resto de los países del eje Europeo, repercutiendo en el mundo.
Ninguna actividad económica queda aislada, salvo los pequeños mercados locales, economías mínimas que se vuelven fuertes en la medida en que se debilitan las mayores, el mercado de alquileres ha intensificado sus actividades.
En Argentina, mientras los alquileres de los países vecinos sufren modificaciones propias, el caudal de inversores se ha desviado hacia países que, con su propia problemática en el sector, ofrece a los inversores perspectivas interesantes.
Si de algo hay seguridad es que en el sector, las bajas de los precios, convienen, y para quien pueda aguantar, en algún momento se verá recompensado.
En Argentina, los factores locales le agregan condimentos extras, en particular en el momento actual, los alquileres temporarios están combinándose con elecciones de situación de vivienda, los barrios privados, a pocos minutos de la principal ciudad Argentina, la Ciudad Autónoma, compite con destinos vacacionales y de inversiones.
La seguridad, es uno de los principales actores que está en la cartera del inversionista, le siguen la tecnología, el confort y una de las características que crece en la preferencia de los compradores, la situación respecto al entretenimiento, compras, y solución para los niños de la familia, cuyos padres encuentran que el contacto con la naturaleza es casi una necesidad primaria, frente a la saturación de opciones tecnológicas.
Las posibilidad de vivir en la cercanía de clubs, entretenimientos y establecimientos educativos son la elección de la familiar, resolver una calidad de vida ajena a la problemática de la ciudad es un factor importante.
Todas cuestiones ajenas a la situación del sector inmobiliario que presenta rasgos extremos.
La pesificación, de cierto modo ha favorecido a las obras en construcción, ya que ante la esteticidad del mercado de usados, las inversiones cuentan con la baja en los materiales de construcción, ofertas tentadoras e invertir en espacios saneados, los barrios privados.
Las inmobiliarias que apostaron a zonas en desarrollo con horizonte de ambiente natural, son las que mejor soportaron los movimientos económicos, efectos como la burbuja en Europa, que actuaron con impactos parecidos, aunque con diferente origen, tuvieron diferentes resoluciones.
Mientras en Argentina, hay espacios nuevos, preferencias, crecimientos hacia el Sur, mejoras en la realidad energética, el viejo mundo tiene que actuar de otro modo, y es ahí cuando las diferencias importan a la hora de invertir.
Europa se recicla, renace, pero las variaciones son más o menos las mismas una y otra vez, alrededor de un único sistema de prestigio y movimiento turístico.
En Argentina, las opciones son espacios nuevos, tecnología en movimiento, naturaleza, verdadera calidad de vida en acción.
Cartón resistente, una idea de un diseñador chino que promete ingresar en el mercado de decoración de interiores, industria del mueble y otras opciones.
La burbuja inmobiliaria provoca efectos secundarios, cualquiera con una propiedad arma un sitio para atendión turística sin tener la menor idea de cómo se lleva adelante un servicio de hotel.